viernes, 1 de julio de 2016

La soledad de la maternidad

Me gustaría hablar en este post de la soledad que a veces se siente una vez que eres madre. No considero que haya pasado por una depresión post parto o baby blues como le dicen aquí en Inglaterra, no he estado ansiosa, irritable o llorando todo el tiempo, simplemente me he sentido algo sola en algunas ocasiones y he acabado pensando que con compañía esos momentos hubieran sido más llevaderos. No sé si en mi caso influye que mi madre, tía, prima, amigas... viven a miles de kilómetros pero eso es lo que he sentido. Recuerdo que la matrona en el hospital, el día que me iba a casa, me preguntó si tenía apoyo de alguna mujer, madre, hermana, prima...le dije que no vivían cerca y me eché a llorar como una tonta. Se me juntó la angustia de no saber si iba a ser capaz de hacerlo todo bien con el bebé, las hormonas, la falta de sueño, que la lactancia me estaba costando más de lo que yo había esperado y el sentimiento de culpa al sentir que necesitaba más apoyo (o uno diferente) al que me podía dar J.

Ella me dio una palmadita en el brazo y me dijo que todo iba a ir bien. Y así ha sido. Al final todo se aprende y de ese sentimiento de soledad uno se repone. Nadie te prepara para todo lo que pasa cuando tienes a un hijo. Sientes felicidad inmensa de tenerlo al fin en tus brazos, miedo al darte cuenta de todas las dudas que te surgen, angustia cuando no sabes qué le pasa y frustración en mi caso cuando no era capaz de hacerme con la lactancia materna.

Cuando los quince días de J., por baja paternal terminaron me encontré en casa con un bebé que todavía estaba descifrando, un perro que es puro nervio y una servidora con pelos de loca, que se pasaba la mayor parte del día con la teta fuera y por supuesto con una falta de sueño descomunal. la verdad es que en esos momentos sientes que un poco de ayuda no te vendría mal, al menos para poder ducharte cinco minutos o ir al baño.

Aparte de la soledad, me he sentido presionada a llegar a todo; supongo que he sentido que al no ir a trabajar tengo que tener la casa recogida, la comida hecha y el perro sacado. Eso podía hacerlo en mis días libres antes de la llegada de mi retoño pero ahora ella ocupa prácticamente todas mis horas. He sido yo misma la que se ha puesto ese listón tan alto y aunque hay días que consigo hacer la cama, tener la comida hecha y a la niña tranquila en su silla no es lo frecuente. Abundan más los días caóticos en el que al menos consigo que la niña esté contenta y tranquila pero nada más.




Lo que me ha ayudado para superar estos sentimientos ha sido bajar el listón. Si la cama la hago a las once de la mañana en lugar de a las ocho, pues ya está, si no puedo recoger la cocina...mala suerte, que no puedo hacer la lavadora, la haré mañana y si tengo que tirar del congelador para comer pues bienvenido. Cuando siento esa presión en mí de llegar a todo, pienso, ver, estoy de baja MATERNAL, así que mi prioridad es la pequeña, lo demás ya se irá haciendo y si no se puede pues que se le va a hacer. En el aspecto de la soledad, salgo a pasear todos los días. Sinceramente, creo que me vienen mejor los paseos a mí que a la niña,  quedo a tomar café con quienquiera que esté disponible y voy a todas las actividades que puedo con la pequeña: canciones infantiles, cuentacuentos...

Bueno, y por supuesto cuando ves la cara de tu bebé sonriente se te olvida TODO, los niños tienen esa habilidad.


3 comentarios:

  1. Hola Carmen, soy @pescobio, ya sabes que tengo un peque de dos años y todo este tiempo de mamá he aprendido que nadie te cuenta LA VERDAD, ese sentimiento de soledad yo creo que es común, yo también lo he vivido aunque tenga a mi familia cerca, la "papeleta" la tienes tú y es muy duro, durísimo, por bien que vaya, aunque sea lo más maravilloso del mundo. y luego vendrán más cosas, cuando se ponga malo, el maravilloso mundo de los purés, dejarle en la guarde llorando.....Yo esta semana estoy en la operación pañal....buff.
    Disfrútala, disfrútala mucho, mírala, obsérvala, saca muchas fotos, todo pasa rapidísimo. Muchos besos.

    ResponderEliminar
  2. Me siendo tan identificada, visir la maternidad lejos de los tuyos es duro sobretodo cuando te exiges demasiado. Mi peque va a hacer un año y aun hay dias. Ademas en Uk es tan diferente la forma de relacionarse q cuesta

    ResponderEliminar
  3. Hola Carmen, hacia tiempo que no entraba por aquí. Te voy a contar que es totalmente normal ese sentimiento,yo tampoco tuve depresión post parto y sin embargo me agobiaba el hospital y me quería ir a mi casa por lo que hasta me mandaron una psicóloga que me acabo afirmando que eran las enfermeras y no yo las que tenían paranoias. Cuando acabaron los 15 días de mi marido yo también sentí esa necesidad de compañía que no tenía, y me dedicaba la mayor parte del día a qué la niña no llorase para que mi marido que había trabajado de noche no se despertase, con lo que tenía la casa bastante desatendida y todo el mundo tenía una opinión al respecto, que me costó una pelea muy gorda con mi marido hasta que le hice ver las cosas: deje a la niña llorar una mañana y me puse a limpiar. Imagínate, cambio de parecer en cuanto no pudo dormir. Con el tiempo he aprendido (mi hija tiene ya 4 años) que si no hago la cama no se muere nadie, que un roomba quita mucha mierda, y que quien no quiera ver el polvo hasta que tenga tiempo de limpiarlo, es muy libre de quedarse en su Inmaculada casita. Ya no me alteran esas cosas, me lo paso absolutamente todo por el forro y dedicó mi tiempo a mi familia y a ser feliz y cuando me aburro pues Quito el polvo. XD

    ResponderEliminar

hola boquerones y boqueronas