El casi incendio

Ya me imaginaba que la convivencia no iba a ser fácil y  menos en una casa en la que vivimos un huevo de gente. No he tenido ninguna queja hasta ahora ya que para ser siete no se está tan mal, evidentemente hay ciertas cosas...pero ya es porque la gente es un poco dejada o yo qué sé, los típicos platos sin fregar tres días, la incapacidad de ciertas personas para colocar lo fregado en los muebles o de preocuparte de lo común como son los paños de cocina, sacar la basura cuando toca, reciclar, o comprar el papel de WC o fairy. El baño, bueno el baño es un capítulo aparte. Obviando todo eso la casa no funcionaba mal. Sin embargo la cosa ha tenido que estallar por algún lado. 

El vaso se ha ido llenando poco a poco, mi compañero se ha encontrado en dos ocasiones el gas encendido, sin nadie cerca y sin nada cocinándose....y yo también me lo encontré la semana pasada. Un peligro. 

La gota que colmó el vaso fue una cacerola con arroz hirviendo, a todo gas, sin nadie vigilando que empezó a quemarse y a echar humo negro (humo negro como el de Lost, igual igual). Gracias a que un compañero la vio y la apartó del fuego...sino salimos ardiendo ese día sin ninguna duda. Bajé para hacerme la cena, olía a quemado desde el piso de arriba, todo lleno de humo, entré el la cocina y allí me encontré a P. que me dijo que la había apartado del fuego porque estaba quemándose. Unos 45 minutos después del incidente apareció la Señora del arroz, que se había olvidado. Se olvida, pero es que encima estaba en otro pueblo que está como a 30 minutos en coche. Se había pirado de casa y había dejado el arroz con el fuego a tope. Coincidió que allí estábamos los tres españoles, con nuestra normal preocupación y le dijimos que con estas cosas hay que tener más cuidado, que si no llega a pasar P. para ir a fumar al patio salimos ardiendo. Joder, que vivimos en una casa de más de cien años, toda de madera, que tiene que arder de miedo vamos...y la Señora en lugar de decir "ostia, pues sí, ya tendré más cuidado" coge y se va toda ofendida a picar al Señor (su novio con el que también tenemos el placer de convivir) y a decirle lo que sea que somos unos malos malísimos por decirle eso, vamos, que lo del incendio es lo de menos. Total, que de relación cordial ha pasado a ser una no-relación con miradas asesinas, ni un hola o buenos días por la mañana por su parte. Me parece de críos y de locos. Ahora no quieren participar en le bote que tenemos para pagar el papel de WC y el puto fairy, con lo cuál ahora cada uno se lleva su papel al baño. Muy triste no sé. Ojalá se marchen pronto porque ahora mismo es imposible convivir con ellos. Una pena.