viernes, 3 de mayo de 2013

La chimenea inolvidable

Hace unos meses fui con J. a Berga, un pueblo que se encuentra en Cataluña, en el pre-pirineo. Él no lo  conocía y fuimos a pasar el día. La verdad es que hacia al menos 10 años que no había ido por allí. Cuando era pequeña siempre íbamos a pasar los veranos con toda la familia. Dormíamos en un camping (en plan kelly family). Recuerdo estar allí con mis primos, bañarme en ríos, correr por el campo con una cesta de mimbre que llevaba llena de piedras y florecillas que iba cogiendo (qué tienna con 6 o 7 años, cogía cualquier mierda que veía por el campo y la metía en la cesta, jaja). Tengo un buen recuerdo de ese sitio, lo pasábamos muy bien. En el camping había piscina, y más niños. Os parecerá una tontería pero al no tener hermanos el hecho de pasar el verano con mis primos y otros chavales era genial. 

Dormía con mis padres en una tienda de campaña de estas canadienses de color azul oscuro y naranja,  era de estas que costaba montar (no como las de ahora que las tiras para arriba y se montan solas (¡Hola Sr. Decathlon!). Había que utilizar martillo y todo para clavarla bien. Mis abuelos dormían en una tienda mucho más molona, era enorme y tenía un avance impresionante. Mis tíos y mis primos dormían una roulotte, eso eran palabras mayores. Era muy emocionante para mí dormir en una tienda de campaña, dormíamos en sacos hasta en verano porque por la noche refrescaba al estar en el pirineo. No olvidaré una noche en la que vino una zorra (de animal, jajaja) a la tienda y se comío toda la comida que contenían unas bolsas que teníamos en el avance. 

Lo que he marcado con flechas rojos es el toldo o avance o como lo queráis llamar.
Y lo verde no sé por qué lo he marcado, es evidente que todo el mundo sabe
lo que es una tienda de campaña aunque no haya ido de camping. 
Mi madre me acompañaba en mitad de la noche a los baños del camping con ayuda de una linterna (en el quinto pino), era una aventura. Por la noche jugábamos con la linterna dentro de la tienda, contábamos cuentos, de paso mirábamos que no hubiera ningún mosquito dentro. 



Con mis padres en el campo,
haciendo un sandwich humano.
Mi madre es la mortadela. Mi padre y yo el pan.


Me encanta esta foto.
Celebrábamos el cumpleaños de mi primo que es en agosto.
En la caravana de mis tíos con mis primos.
Los quiero como a hermanos. 

Volviendo al principio del post, estoy soltando todo este peñazo porque fui con J. a Berga después de unos 9 o 10 años y claro yo tengo el recuerdo de niña, un poco distorsionado, porque a mí me llevaban a los sitios en coche o caminábamos por el campo y me dirigían, así que no me fijaba mucho en como llegar a los sitios. Tengo recuerdos, de restaurantes, de prados, de lugares pero no los ubico, y estando con J. acabamos yendo a un sitio a comer cerca del Valle de Pineta. Al entrar me quedé muerta, iba a preguntar si podíamos coger en unas mesas que tenían fuera ya que íbamos con el perro...el caso es que entro por la puerta y veo la chimenea de la imagen. 

Es el típico restaurante de montaña
en el que se come increíble. 

Al verla miles de recuerdos me invadieron, mi abuelo, mi abuela, mis tíos, mis padres, mis primos, todos alrededor de esa chimenea. Llegar allí con frío y sentarnos al lado del fuego. Fue increible la sensación. Yo estaba con la boca abierta, parecía que estaba atontá y de fondo escuchaba al camarero preguntarme que es lo que quería. Tardé unos segundos en reaccionar. Debió verme una cara tan flipada que nos dejó entrar con Brut ya que ese día no había apenas gente y nos pudo poner en una mesa apartada. No sé por qué cuento esto, simplemente he visto la foto de la chimenea de nuevo y me he acordado de lo que sentí ese día y me he puesto un poco nostálgica. Por lo bueno de esa época, de mi familia, todos jóvenes, con salud, todos bien, sin crisis de por medio, felices, ay no sé...

4 comentarios:

  1. Qué bonito, Carmen, yo también iba de Camping con mis padres y primos (que eran la piel del diablo menos conmigo) y teníamos (creo que está guardada aún) la mismita tienda de campaña. Gracias por evocarme recuerdos que estaban muy muy al fondo de mi corazón. He echado hasta una lagrimilla. Muchos besos.
    @pescobio

    ResponderEliminar
  2. Yo también iba de camping desde que tenía un año. he ido con tienda, caravana, carro.. He probado todo. el caso es que el camping al que iba lo derribaron y con 13-14 años comenzamos a ir a otro. un año fui con sergio al que habían derruido para ver cómo estaba aquello (está al lado del actual) y quedaban "ruinas" que invadieron mis recuerdos... qué penita me dio.. besos

    ResponderEliminar
  3. Me encanta cuando nos cuentas cosas de cuando eras pequeña, con ese cariño, que recuerdos más bonitos, que fotos más chulas...
    Entiendo totalmente la sensación q describes de ver algo de tu infancia y verte trasladada de repente, y el continuo espacio/tiempo se ve emborronado.
    Yo nunca me he ido de acampada pero he ido a pasar el día muchas veces a los campings donde han tenido la caravana mis tios, y la verdad es q se ve un micro cosmos total.
    ¡Que bonito post!

    ResponderEliminar
  4. Que dias inolvidables esos del camping, leyendo el post me han venido tantos bonitos recuerdos a la mente .Un post muy interesante.

    ResponderEliminar

hola boquerones y boqueronas