Tenemos teléfono (parte II)

Cómo os adelanté en el anterior post, por la mañana recibí una llamada del señor reparapersianas. Quedamos en qué era una equivocación porque yo no tengo ninguna persiana rota.

Ese mismo día por la tarde recibo una llamada

ringggggg ringggg

- ¿síííííííí? (siempre contesto con mucha intensidad, cómo si me fuera la vida en ello)

- Oye Denise mira, soy la mujer del casero. (aquí cambia el tono a modo rancio) ¿se puede saber por qué no has quedado con el de la persiana? Me ha dicho que ha estado llamando y luego acudió al piso y no ha habido manera de que contactase contigo. Porque blablabla

- Espera, espera, te equivocas de persona. Yo no soy Denise y no tengo ninguna persiana rota.

-¿cómo?

- Esta mañana me ha llamado el de la persiana y ya le he dicho que aquí no era.

- Ah...es que claro yo tengo este teléfono...

- El piso al que llamas en qué calle está?

- En la calle Y

- Pues lo tenéis mal...porque estoy en la calle X

- Oh vaya, lo siento, me habré confundido...

¿Habrá acabado la movida de la persiana?

¡qué pesados! Me he llevado una bronca sin comerlo ni beberlo.