Llega un bebé monísimo a la consulta, bueno lo trae su madre, él todavía no viene solo, jaja...es magrebí, tiene la piel suave color café con leche y su pelo me enamora, todo negro y rizadito. Es muy gracioso. Tiene unos ojos grandes y despiertos. Le hago carantoñas, no lo puedo evitar. Le mido el perímetro cefálico (lo que le mide la cabeza, vamos), la talla y el peso...le hacemos las preguntas de rigor a la madre: qué come, cuanto, cómo lo prepara (en el caso de que sea un biberón), las cacas deposiciones cuántas hace, qué color tienen, la consistencia, tema orina, higiene...etc. Le damos consejos y resolvemos dudas.
Después pasa el pediatra a la consulta y le hace la exploración que toca. Nos da el ok para ponerle la vacuna.
Saco la vacuna de la nevera, la preparo...sé que el pinchazo va a ser por su bien, le estamos inmunizando pero me sigue dando una peeeeeena pincharle... Pobre bebé, tan feliz y sonriente. No sabe la que le viene encima.
Sujeto su piernecita con la mano izquierda, la jeringa la sostengo con la derecha, y pam, pinchazo...el niño pone cara de sorpresa y a continuación se echa a llorar desconsoladamente...
Ay, qué pena me da ser la mala de la película.
Ohh, pobrecitooo.
ResponderEliminarJajaja, la próxima vez igual no va con tanta alegría.
¿Y el otro post?
Un beso.
Se les pasa enseguida....No te preocupes. besos
ResponderEliminarSiempre lo serás por muy buenas intenciones que lleves, jajajajaja...
ResponderEliminarPobrete, jeje para eso se inventaron las piruletas. Si se porta bien le das una y vuelves a ser su mejor amiga! :p
ResponderEliminarJo...es que yo sigo sin entender por qué las vacunas no pueden administrarse de otra manera ¿bebidas, tal vez??
ResponderEliminarEs que los pinchazos...fu!! :P
Normal, es que a mí me daría mucha penita :( Pero consuélate, que en seguida lo olvidan ;)
ResponderEliminarBesos!!
Ay que post mas tierno!
ResponderEliminarDe mala nada, son cosas que se hacen por su bien.
Por cierto, menudo sustazo que me he llevado al pincher en el enlace a tu blog. (habia una letra mal escrita y .. O_o )
Crei que te habian suplantado!! : http://delantedelcodo.blogpsot.com/
Saludetes!
el pobre niño que no se lo esperaba...los traumatizamos desde crios, jajajaja
ResponderEliminarAsí están que no pueden ver una bata blanca,ejejeje
ResponderEliminarPor gente "mala" como tu,ejeje
@Laurock, @Anna, @Winnie, @Lara, lo bueno es que se les pasa en seguida
ResponderEliminar@Hidalgo - que va, son bebés nada de piruletas, como mucho la teta de mami jajaja
@Martha, no pueden ser vía oral porque en el estómago no resistirían con el ácido y no inmunizarían al niño. lo mismo pasa por ejemplo con la insulina, sería guay que fuera una pastillita, pero es una hormona que no resistiría nada de nada en el estómago y por eso a los diabéticos no les queda otra que pincharse.
@loqueven me he quedado alucinada con el link ese :S qué mal rollo, no?
@Josiko - pobrecitos, no te imaginas la pena que me da.
@Ana, es verdad los niños más grandecitos lloran antes porque saben lo que les toca jaja
¡Eso es traición! Jajaja, pobrecillo :P Lo bueno es que enseguida se olvidan.
ResponderEliminarooooooooooooh!!!
ResponderEliminar:D animo jijiji
Es cierto que cuándo iba al médico le tenía miedo a la enfermera, pero después del pinchazo siempre me daba una piruleta y salía más contenta por aquella puerta :P
ResponderEliminarUn beso
Pooooooooobree... pero es por su bien!!! no te preocupes, los niños no tienen memoria, la próxima vez que vaya seguro que no se acuerda.
ResponderEliminarBesos vacunadora!!!
La verdad que te admiro, yo no podria ni siquiera intentarlo, me da mucha impresion ver pinchar a un bebe
ResponderEliminarYa que toda la maldad existente fuera la de poner una vacuna preventiva.
ResponderEliminarAyyyy si es que eres muy cruel! :P
ResponderEliminarJajajajaja, cuántos niños habrá odiándote por ahí :p
ResponderEliminar¡Que no, tonta! De la mala de la película nada, todo lo contrario: eres el hada madrina que les inmuniza contra las crueles enfermedades. Con ellas sí que se sufre, sí. Eso sí, en el caso de los bebés, se darán cuenta cuando sean mayores, jeje.
¡Un beso!
UNA VEZ acompañe a mi sobri al pediatra....
ResponderEliminarhe dejado claro que UNA vez????
nunca jamas volvere...
jajjaja.. a mi no me dan miedo los pinchazos ni nada de eso... pero vi que el lo passaba taaaaaaaaaan mal, que ni te cuento como lo pase yo sufriendo por el... no no no, a mi otra vez no me pillan..
...pero si yo creo que eres la heroína...
ResponderEliminarEn fin... jamás podría poner una inyección a un niño, tal vez, incluso si estubiera al borde de la muerte...
¿y quién es ahora la mala?
Besosssss
Si es que no se puede ser así Carmen... no se puede!! Mala mala y más que mala!! Jajajaa!!
ResponderEliminarUn besitooo
Eso no es ser la mala... En el fondo, le estás haciendo un bien, aunque el pobre se lleve un sofocón de la leche...
ResponderEliminarAins, es que debe dar penita...!!!
ResponderEliminarjejeje como dices es por su bien, pero no por ello deja de dar penita. El pobre nene en principio pensando -mira esta que maja haciendome reir- y despues al de un rato se da cuenta que todo era una estratagema para pincharle!! jajaja
ResponderEliminarLos has descrito muy bien. Te animo a que sigas haciendo ese trabajo, se ve que es tu pasion.
No es maldad, es trabajo, así que está justificado...
ResponderEliminarSaludos!!!!
Es una historia muy bonita y aunque el nene en ese momento no te lo supo agradecer, sabes que lo que haces por todos esos niños es casi magia. Estas salvando vidas y por ello a profesionales como medicos, enfermeros etc son admirados.
ResponderEliminarSalu2
Bueno, tampoco pasa nada, seguro que no le estás creando un trauma que le salga a la luz cuando tenga cuarenta años.
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