lunes, 27 de julio de 2009

Sexo duro alemán

Esto es el segundo ejercicio (¿y el primero?) que he escrito para el taller de escritura. A ver que os parece, podéis insultarme, enviarme un jamón, lo que queráis, aunque con un comentario ya me basta jaja.

He puesto ese título de post para que entréis todo flipados e intrigados jajajajajajajaja. ¿Lo he conseguido? Yo creo que sí, viciosillos...xD



Se llama Maria Luisa aunque nadie la llama así. En casa para todos es Luisi y en su pueblo, Mari. Uno de los pretendientes de su juventud la llamaba Marilú, aunque este es un secreto que ella guarda celosamente en su corazón, no se lo ha contado ni si quiera a Mauri, su esposo.

Sólo pudo estudiar tres cursos en el colegio porque eran muchos en casa y tenían que trabajar. Asegura que era muy buena estudiante y que le hubiera gustado seguir aprendiendo. Sabe leer, escribir, sumar y restar. Lamenta no saber multiplicar, “la cuenta de la vieja” a veces se hace pesada.

Se ha pasado media vida cosiendo, limpiando, cocinando para todos, cuidando de los mayores y además trabajando fuera de casa. Su hija mayor la llama “todoterreno” porque sabe hacer y hace casi todo lo que se proponga.

Con la llegada de la jubilación se dispuso por fin a disfrutar del día a día, de vivir con algo más de calma.

Ahora mismo está sentada en el salón, sus manos reposan en su regazo, así le duelen menos. El paso de los años se puede leer en ellas. Lleva gafas y el pelo cano, sin teñir pero no lo lleva lleno de caracolillos como muchas de sus amigas porque no le gusta. Tiene casi 80 años.

Poco tiempo pudo disfrutar de su escaso tiempo libre con sus hijos, nietos, Mauri y las amigas del barrio. Apenas pudo viajar en esas excursiones de “abuelos”, ni salir a tomar un café con sus amigas las veces que hubiera querido, poco pudo disfrutar de los juegos de sus nietos en el parque. No pudo hacer todo lo que hubiera querido porque un día, mientras cortaba cebolla en la cocina para hacer pisto, se desvaneció, sintió que la pierna derecha no le respondía, ni el brazo derecho se sostenía, no podía articular ni una palabra. El cuchillo cayó al suelo y ella con él. Allí se quedó echada en el suelo lo que le parecieron siglos.


Después de ese incidente, se han sucedido muchas visitas a médicos, hospitales y fisioterapeutas y por último el centro dónde ahora vive. Se encuentra en el salón, con sus manos artrósicas sobre sus piernas. La visión que tiene desde la esquina dónde está sentada nunca deja de impactarle. Ancianos sentados en sus sillas de ruedas, a muchos les cae la baba por la comisura de los labios, otros se lamentan, algunos propinan insultos a cualquiera que pase por su lado. Los hay que tienen temblores y tics y los que se pasan el día hablando de situaciones que nunca sucedieron.

Lo único que le hace olvidar dónde está por unos segundos, el sentimiento de ser una carga y la tristeza de no poder articular correctamente ni una palabra es la visita diaria de su marido. Le parte el corazón no poder vivir con él. A diferencia de otras parejas que conoce ellos todavía se quieren como el primer día. Mauri, puntual, llega a media tarde para estar con ella hasta la hora de irse a dormir.

No hablan, pero no porque ella no pueda, apenas hablan porque se entienden con sólo mirarse y cogerse de la mano. Cuando se despiden una parte de ellos se queda con el otro. “Hasta mañana” intenta decir Luisi a su marido que ya se va alejando por el pasillo.

carmncitta






Bezozzzzz

29 comentarios:

  1. Parece mentira que existan relaciones de amor para toda la vida pero al igual que tú relato yo creo que haberlas haylas.

    ResponderEliminar
  2. Desde luego el titulo despista un poco...Bueno al lío. Me ha gustado lo bien que has sintetizado toda una vida...me ha quedado ese regustillo final de tristeza...pero con cierta belleza...por el amor de la pareja. Definitivamente ...bonito. Besos

    ResponderEliminar
  3. ¡Ay! ¡Qué bonito!
    Está muy bien.
    Yo me conformo con que publiques otros escritos más. Jejejejeje

    MmMm...yo te envio un beso, que el jamón no me entra por aqui.

    Mmuack!

    ResponderEliminar
  4. Me ha encantado, sobre todo porque me ha hecho acordarme (como cada vez que hablas de la resi) de tod@s l@s abuelit@s que he conocido y con los que he pasado tanto tiempo por el trabajo de mi madre.

    Besis y sigue escribiendo eh!!

    ResponderEliminar
  5. Emocionante, Carmen

    (Relee y revisa la puntuación, nada importante aunque es mejorable)

    ¿Para cuándo otro?

    ResponderEliminar
  6. ¡Precioso! Me ha gustado muchísimo, yo también quiero otro!

    Un beso

    ResponderEliminar
  7. Realmente conmovedor!!

    ResponderEliminar
  8. Hola,

    Te sigo por RSS desde hace un tiempo pero no había comentado todavía. Este relato merece el comentario.

    Bueno, muy bueno. Me ha encantado. Tu experiencia te hace ver más allá de lo que los demás podemos ver en una anciana postrada en una silla. Has podido, y sabido reflejar, el amor que las parejas antiguas todavía se profesan.

    Si este es solo el segundo relato no quiero pensar la calidad que llegarán a tener los últimos. Sigue adelante que lo que interesa lo tienes: talento y ganas.

    Por cierto, no todo van a ser elogios, revisa el uso de las comas porque dificultan un poquillo la lectura y, a veces, hacen perder el sentido de lo que quieres expresar.

    Un saludo,
    slimer

    P.D.: Coincido con los demás. Queremos más.

    ResponderEliminar
  9. como dicen por arriba, el titulo de la entrada engaña...si.
    Me ha encantado como has escrito esto, muy realista.
    Besitos

    ResponderEliminar
  10. Me ha gustado la historia, tierna y bien contada... sigue así guapa...

    ResponderEliminar
  11. ¡Qué bonito! Me ha gustado mucho, es una historia muy tierna, y me ha recordado un poco al amor que se describe en "El diario de Noah", que aunque la peli no me gustó, la relación de cuando ya eran abuelos era preciosa.
    Espero que nos sigas poniendo lo que vayas escribiendo!!!!
    Besos...

    ResponderEliminar
  12. Jooo, qué triste... Pero muy bien, ¿eh? Que uno no implica lo otro :P

    ResponderEliminar
  13. Pues a mi me ha gustado mucho también y por eso te dejo un comentario y no te mando el jamón porque ni tengo `pasta ni se tú dirección, jajajaja....

    ResponderEliminar
  14. Anónimo28.7.09

    pues si que engaña el título si jajaj, parece una historia interesante así por encima pero me ha dado pereza leerla entera al verla tan larga, para que te voy a engañar..

    bessetes

    ResponderEliminar
  15. :) Precioso niñaaa!!

    Es ficción o está basado en hechos reales??

    Un besitooo

    ResponderEliminar
  16. con ese titulo las busquedas de google van a echar humo!!!!!!


    chauuuuuuuuu

    ResponderEliminar
  17. Ya te vale... Qué pena por Dios. He llorado y todo. Y yo que esperaba encontrarme con los alemanes ahí... Jajaja.

    ResponderEliminar
  18. Mierda...

    Pero si estoy llorando...

    ResponderEliminar
  19. El título me ha matado. Lo tengo que admitir :P
    Llevo unos días viendo gente muy deteriorada por los terrenos del hospital..y es muy triste. La gente mayor que tengo cerca está mal, con sus achaques...pero mantiene la cabeza y la posibilidad de comunicarse así que no conozco estas situaciones de cerca y las veo tan tan duras..
    Un beso

    ResponderEliminar
  20. Yo al ser del barrio "neng", supongo que tengo que elegir "insurtáh" , no? jajajaja
    No, esta bien, tristecillo por eso, pero esta bien, te has inspirado en algo que has visto cuando stas currando? Es que he pensado q parte de las historia era algo real que te habia contado algún yayu "yayus" .

    Saludos scritora :D

    ResponderEliminar
  21. no, no es real, es un mix de cosas que he vivido y he visto y se han reconcentrado en ella y han acabado así siendo esa señora que se despide del querido marido. No existe nadie así, sólo en esta historia, pero parecidas habrá muchas...por desgracia.

    Gracias por lo de las comas, pero aparte de dos comas que veo fuera de lugar (gracias de nuevo!) no sé qué más corregir, por favor manenes o slimer, decidme vosotros. Muchas gracias por comentármelo.

    ya sabía yo que el título os iba a molar, jajajajaa.


    bezozzzzzzz

    ResponderEliminar
  22. Es precioso, emocionante... y me ha hecho soltar una lagrimilla y todo, sobre todo el final...

    Besos

    ResponderEliminar
  23. Anónimo28.7.09

    Pues a mí este post me ha inspirado una profunda tristeza :(

    ResponderEliminar
  24. Jurrrr, que relato más bonito! Se me ha puesto la piel de gallina al leerte... :)

    Saludetes!

    ResponderEliminar
  25. Una historia que se repite en muchísimos asilos...

    ResponderEliminar
  26. Wau! Es un buen relato. Y tiene muchisima emoción contenida dentro. Te felicito, ya veo que le vas a sacar muuuuuuuucho provecho a este curso. Me ha encantado, guapa. Eres toda una artista!!!

    Besotes

    ResponderEliminar
  27. JO, me ha encantado!.. además ahora con lo concienciada que estoy con la tercera edad.... Estoy haciendo un curso de asistencia sociosanitaria a personas dependientes y jo... esto me ha llegado al alma.
    Besos.

    ResponderEliminar
  28. Nos acercas a la realidad a la q no le queremos prestar atención. Q bonitas historias detras d esas miradas, detras d esas arrugas, detras d esas sonrisas. Un día espero ser una abuelita con toda una historia detrás que le interese a alguien.

    ResponderEliminar
  29. Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar

hola boquerones y boqueronas